jueves, 23 de octubre de 2008

Boudou Economics

Hace no demasiado tiempo, en los prolegómenos de una derivación no demasiado minuciosa del teorema central del límite, un profesor sugirió que las intuiciones no pueden ser el fundamento de la ciencia. El argumento, a simple vista, parece correcto: si fuese plausible comprender cualquier fenómeno por sus características externas entonces no resultaría necesario el pensamiento abstracto. En este sentido, repetía el catedrático mientras dirigía su mirada a la inmensidad (que misteriosamente se desplegaba sobre la blanca pared del fondo del aula) difícilmente los teoremas tengan su contraparte en la vida real o sean asequibles mediante ejemplos extraídos de aquella.
La hipótesis es aventurada y discutible. Sin embargo, los grandes avances del conocimiento humano son aquellos que, precisamente, desafían las impresiones generales. Vale recordar aquí la teoría heliocéntrica de Copérnico y las peripecias de Galileo; o en contrapunto la simple, pero falsa, teoría de Lamarck sobre los caracteres adquiridos.
La disciplina económica, para estar a tono con las ciencias duras a las que inútilmente intenta emular, ha producido algunos desarrollos que también han intentado demostrar la falacia de las primeras impresiones. Quizás el ejemplo mas destacado de ello pueda encontrarse en la política económica del gobierno de Reagan, allá por los años ochenta. Por aquella época, apoyado por el andamiaje teorico de los economistas del supply side, el entonces candidato a la presidencia de los Estados Unidos aseguró que mediante una reducción de impuestos podría incrementarse el superávit fiscal. La afirmación se balanceaba sobre la delgada cuerda de la curva de Laffer, según la cual un incremento en la alícuota impositiva no necesariamente deriva en mayores niveles de recaudación, puesto que puede generar efectos sobre la base imponible. George Bush padre, también candidato a la presidencia en las primarias por el partido Republicano durante ese año, calificó la propuesta de Reagan como “Voodoo Economics”, en clara alusión a su oscurantismo. Como la historia se entretiene con las infamias, en poco tiempo Bush se convertiría en el vicepresidente de su denostado rival.
Por no quedar a la zaga, la política local parece recurrir últimamente a los más recientes desarrollos de la teoría económica. Los avances ya están a la vista. Pongamos sobre la mesa, a simple modo de ejemplo, el proyecto de ley sobre el sistema de jubilaciones y pensiones. El gobierno propone que los fondos de capitalización pasen a manos del estado, al mismo tiempo que afirma se embarcará en un plan de gastos con el fin de reactivar el (aún no, o tal vez ya si) alicaído nivel de actividad. Como si esto no fuese suficiente, afirma también que esta medida será en favor de los afiliados, quienes podrán gozar de una vejez en paz, ya libres de cualquier preocupación que los aflija (excepto tal vez el invierno, que siempre gusta cobrar sus victimas en la tercera edad). Tomar stocks y flujos, gastarlos y ofrecer mayores beneficios futuros ¿será posible?
En fin, tal vez a diferencia de aquel famoso comercial, la primera impresión no siempre es lo que cuenta.

domingo, 5 de octubre de 2008

Las consecuencias económicas del Sr. Olivera

Con cierta resignación he leído la entrada publicada recientemente por Miguel Olivera. No estoy seguro de poder refutar sus argumentos, pero me gustaría en este caso señalar algunas cuestiones que me apartan de su postura a favor de devaluar el tipo de cambio. Queda bajo responsabilidad del lector juzgar lo desatinado de mi empresa.
En principio, toda noción de equilibrio es difusa, y el tipo de cambio real parece no ser la excepción. Mas aún ¿Es posible juzgar el nivel de una moneda en estos términos? Si se analiza, por ejemplo, el tipo de cambio registrado durante el transcurso del año pasado ¿Puede considerarse que permaneció en un valor de equilibrio? Pero en ese caso ¿Por qué se acelero la inflación? Si el gobierno sabía que iba a realizar una política fiscal expansiva ¿No debió revaluar el tipo de cambio? En general, creo que estas discusiones corren el riesgo de caer en campo yermo.
Considero (aunque difícilmente pueda afirmarlo) que durante los últimos años cada país eligió su desequilibrio: Argentina privilegio el crecimiento por sobre la estabilidad nominal, mientras que países como Brasil y Chile hicieron lo contrario (o, por lo menos, eligieron una combinación de instrumentos menos agresivos que Argentina). Mi punto es que resulta imposible compararnos con otros países de la región, aunque más no sea porque los mismos tomaron caminos de política diferentes frente al contexto al que se enfrentaron. Si el resto “devaluó el 25% y nos, 5%” es simplemente porque ellos pueden hacerlo sin correr el riesgo serio de destruir la demanda de dinero.
Ahora bien ¿Cuales pueden ser los efectos de una devaluación en una economía con una tasa de inflación interanual como la de Argentina? En principio, la demanda de dinero difícilmente permanezca estable (“Acá el peso pasa de 3.05 a 3.10 y la demanda minorista se duplica”). ¿Podemos, por lo tanto dar por descontada una aceleración inflacionaria? Si bien es difícil saberlo, luego de seis años de crecimiento a tasas elevadas, no resulta desatinado suponer que el exceso de capacidad instalada y oferta de mano de obra sean reducidos. Si bien estas consideraciones ya están un poco trilladas, es probable que en este contexto una aceleración de la tasa de inflación traiga aparejada (sin repetir y sin soplar):
Necesidad creciente de intervenir en las estadísticas de precios, con el fin de evitar un crecimiento exponencial de la deuda publica, junto con un empeoramiento general de las expectativas de inflación. Deterioro general de los proyectos de inversión y en la capacidad de los agentes de evaluar precios relativos (lo que convalida incrementos de precios) además de un recrudecimiento de la puja salarial.
Ahora la pregunta brota por si misma, casi sin buscarla ¿Es que debemos quedarnos con los brazos cruzados? En este caso, la mejor respuesta que puedo formular es que el uso del tipo de cambio para fogonear la economía en la bonanza lo ha imposibilitado como instrumento justo cuando mas se lo necesita. Parafraseando a Ortega y Gasset, las realidades ignoradas han urdido su venganza. O como decía el nano, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.

martes, 22 de julio de 2008

El ruido y la furia


Como las musas han pasao' de mi (y, considerando sus ultimos discos, tampoco están con el nano), les dejo a los viajeros que pasean por la abandonada jactancia una pieza de inspiración de uno de mis mejores profesores de Macroeconomía: "Argentina: The sound and the fury"
Espero que lo disfruten.

miércoles, 9 de abril de 2008

El lado oscuro de la fuerza


Nos dijeron que era joven y de formación brillante.
Nos dijeron que iba a equilibrar la fuerza.
Nos dijeron...
tantas cosas nos dijeron.

Pd. "Una nación que intente prosperar a base de impuestos es como un hombre con los pies en un cubo tratando de levantarse estirando del asa." Sir Winston Churchill

sábado, 5 de abril de 2008

Una simple propuesta

Una simple propuesta para los productores agricolas: ¿que tal si este año siembran la mitad de lo que pensaban sembrar?
Despues de todo, de ustedes depende.


Pd. ¿Y con este video piensan abrir el dialogo? Dios mio...

jueves, 3 de abril de 2008

Paro agropecuario: algunas lineas sobre las retenciones móviles

La sangre llego al rio. Cuando se anuncio el aumento de las retenciones a principios de marzo, nadie imagino que desencadenaría una reacción semejante del sector agrícola. La intención expresa de las autoridades de no dialogar con los representantes del sector y la ausencia de propuestas a los problemas que aquellos le plantearon hicieron que el conflicto se prolongue mas allá de lo imaginado. Y, ciertamente, mucho más allá de lo necesario.
El gobierno cayo en el silogismo de creer en un paro motivado por intereses concentrados y fanáticos que sueñan con el retorno de la marcha militar en código de cadena nacional. Por otra parte, muchos ciudadanos encontraron en el paro la excusa perfecta para expresar su enojo contra un gobierno que no es afín a sus preferencias.
En el medio de esta vorágine la verdadera discusión fue desapareciendo.
Como solía decir mi abuelo, nobleza obliga: tres generaciones de mi familia trabajaron el campo. Es por eso que mi juicio no puede ser imparcial. Conozco a la gente del campo: de la mala y de la buena. Tambien se de un estado que es socio en la ganancia y ausente en las perdidas.
Este post iba a ser parte de uno más amplio, donde pensaba exponer mi posición con respecto a los efectos de la medida. Finalmente, decidí dejar planteadas una serie de preguntas para que quienes me visiten ayuden a mejorar o refutar los argumentos que aquí se expongan, con la esperanza de que el debate ayude a comprender (y ME ayude a comprender) el centro del problema.

Pero lo mejor va a ser empezar con el tema.
Vayamos por partes. En principio, la medida presenta dos características fundamentales.
A todos los fines prácticos, las retenciones móviles imponen un precio máximo a los productos agrícolas durante cuatro años. En el siguiente grafico puede observarse el precio interno para distintos valores de precios FOB de soja.


Tal como argumentaron las autoridades, los nuevos derechos limitan el rango sobre el cual pueden variar los precios, disminuyendo la volatilidad e incertidumbre sobre el ingreso futuro del productor. Simple eufemismo. En el siguiente grafico, similar al anterior, se presenta el precio recibido por el productor con las retenciones actuales y con las anteriores.



El resultado es claro: si el precio llegase a bajar, el productor recibe un precio muy similar al que percibía antes del cambio de sistema, pero si el precio sube…
En este sentido, la medida implica cortar la cola superior de la distribución de los beneficios para el productor. Esto no puede ser considerado en si mismo un efecto nocivo de la medida… ¿O si?
En el país existen cientos de regiones, en cada región existen distintos campos, en cada campo hay diferentes potreros y en cada potrero… en fin, las funciones de producción, con sus propios costos fijos y variables, se multiplican al infinito. Un ejemplo (solo un ejemplo) de esta diversidad puede verse en el siguiente grafico, donde se presentan los rindes promedios de trigo por partido para la provincia de Buenos Aires en el periodo 2000-2006.


Una medida que controla el mercado sin considerar realidades heterogéneas debe, necesariamente, perjudicar a los mas débiles. ¿Puede el gobierno afirmar que la medida no elimina la rentabilidad en las zonas inframarginales? Y con un precio fijo ¿Puede asegurar que durante los próximos cuatro años no lo hará?
La respuesta no puede ser única. Por otra parte, el sistema de arrendamientos divide las posibles ganancias en dos partes, pero si la siembra deja de ser negocio para el arrendatario la producción no se realiza. Un ejercicio interesante resulta de analizar la ganancia en dólares por hectárea para un precio dado y para distintos valores de costo de producción y arrendamiento luego de pagar el impuesto a las ganancias (35% para sociedades). En el siguiente cuadro se presenta tal ejercicio para la producción de soja, donde el eje vertical mide distintos costos de implantación en dólares y el horizontal el porcentaje del rinde que el productor debe pagar en arrendamiento (también podría haberse expresado en toneladas por hectáreas).




La moraleja que deja el ejercicio es doble: no podemos saber cuanto es el costo de producción, mucho menos podemos saber cual es la ganancia, aunque seguro no es idéntica para todos. La imagen que tengo en mi mente cuando las autoridades hablan de ganancia promedio es la siguiente: imaginen una habitación donde se pone en fila a un grupo de personas desde Arnold (el de Blanco y Negro) hasta Shaquille O’neal. Ahora la habitación se llena con agua hasta la mitad. En ese mismo momento un funcionario anuncia que quienes están en aquella habitación están, en promedio, vivos. Aunque, por supuesto, Arnold tiene un metro de agua por sobre su cabeza.
La segunda característica de la medida es la de beneficiar la producción de trigo y maíz a través de una disminución de la alícuota en términos comparados con la soja. ¿Cumplirá su objetivo? Hay al menos dos razones para relativizar su impacto. En primer lugar, las zonas donde la soja ha avanzado con mas fuerza poseen incompatibilidades técnicas para modificar el cultivo. Es decir: no se puede sembrar maíz en las zonas del Chaco donde hoy se siembra soja. En general, el maíz se siembra en zonas de alto rendimiento.
El caso del trigo es distinto. En primer lugar, es un cultivo de alto riesgo (piedra, humedad…). Una medida de este riesgo puede representarse a través de la volatilidad relativa del rinde (desvío ponderado por media). El valor de la misma para los partidos de la provincia de Buenos Aires para el periodo mencionado muestra claramente este fenómeno:


Esto significa que mientras el Maíz posee una variabilidad promedio de 13% alrededor de su media, la del trigo es del 27%. Mayor riesgo y menores proyecciones de precio parecen una mala combinación de incentivos. Cabe destacar que los números del trigo no son alentadores desde antes de las nuevas retenciones y este tipo de medidas parecen responder poco en cuanto al rendimiento (empeorar la producción de soja no mejora la producción de trigo, solo hace que ambos sean igual de malos).
Conclusión: hay razones de orden técnico para no ser demasiado optimistas respecto de la siembra de maíz y el trigo es riesgoso y poco rentable.
A modo de cierre, las nuevas retenciones tienen como objetivo controlar el precio interno de los granos con el fin de estabilizar el costo de vida a través de dos mecanismos. En primer lugar controla el precio. En segundo lugar controla los incentivos, con el intento de reducir la producción de soja y motivar el cultivo de otros granos que impactan de manera directa en el costo de vida.
No es claro que la medida alcance el segundo de estos objetivos, mientras que existe el riesgo de que el primero dañe gravemente los volúmenes producidos al eliminar con el paso del tiempo a los productores inframarginales. El hecho es no menor, si se considera que la recaudación por retenciones determina una parte importante del resultado fiscal. Pero eso es otra historia.

sábado, 15 de marzo de 2008

Dos imágenes...

Sucesos extraños ocurrieron ayer en la tierra media...

...mientras tanto, en Mordor...


(cualquier elemento subjetivo corre bajo absoluta responsabilidad del lector)

miércoles, 27 de febrero de 2008

Un problema de competencias

Dijo el ministro Fernández:
"pedirle los costos (a las empresas) me parece algo razonable en una Argentina que ha sufrido abusos durante los últimos años de empresas en desmedro del consumidor"
En este caso ¿No debería ser la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia quien se ocupe del tema?
Ah, no... ahora entiendo.

martes, 26 de febrero de 2008

Debates

Cuando veo cosas como esta pienso que chiquita y pobre es nuestra democracia. Pero no es solo culpa de nuestra dirigencia, sino nuestra tambien.
Y no es tampoco que crea que los españoles son un ejemplo para el mundo. Pero que diferencia...

lunes, 25 de febrero de 2008

Beneficios privados, costos públicos



Ojeando las noticias sobre la negociación de salarios del sindicato dirigido por Hugo Moyano, me vinieron a la mente algunas viejas teorías sobre la estructura del transporte en Argentina. En realidad, mas que teorías, son simplemente el resultado de esos largos periodos ociosos que quedan dispersos dentro de todo viaje.
Yendo al grano, mi argumento es mas o menos el siguiente: imaginemos dos sistemas de transporte de carga alternativos, en este caso, evaluemos un sistema de cargas basado en el transporte ferroviario publico contra uno en el que, básicamente, la mayor parte de la producción se transporta a través de camiones de propiedad privada. Mi punto es bien sencillo: en el sistema ferroviario el costo de infraestructura es cargado en la tarifa de transporte ¿y en el otro caso? ¿quién se hace cargo de la construcción de rutas, caminos y puentes? El sistema de transporte por camión utiliza de forma mas o menos gratuita los caminos que todos pagamos. Tecnicamente es un problema de apropiabilidad: el camionero no observa el costo de sus acciones.
Hay dos replicas a este argumento. En primer lugar, el camión posee una tarifa de peaje diferencial. De cualquier forma no todas las rutas poseen peaje. En segundo lugar puede argumentarse que el estado fue un pésimo administrador del sistema de ferrocarriles. En este caso, el costo también era publico y lo pagábamos todos.
En fin, es solo una explicación.
Al menos no parece tener muchos baches (chiste fácil).

viernes, 22 de febrero de 2008

Sobre la hermandad latinoamericana y otras yerbas

El antikirchnerismo es una fuerza demasiado débil, casi lastimosa, decía hace un par de días Hernán Iglesias Illia. Cuanta razón. El segundo gobierno kirchnerista es una copia patética del primero, viajando a la deriva sin ordenes ni mando. El periodismo y la crítica calla. Donde manda el dinero poco pueden hacer los ideales.
La crisis energética ya pasó por todas las etapas por las que puede evolucionar un problema: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Ahora le rogamos a nuestros hermanos latinoamericanos que nos salven. Brasil y Bolivia se miran con cara cómplice y nos hacen un pito catalán en clave diplomática. Bolivia esta molesta con la Argentina porque revendemos el gas a Chile. Brasil tiene intereses en la zona (hay muchas empresas brasileras en Argentina cuya producción se vería seriamente afectada si cesan los envíos de gas desde la atribulada republica boliviana) pero no va a resignar su estabilidad energética para salvar a un par de amigos.
Entre los deportes que nuestros legisladores practican habitualmente, la diplomacia seguramente no es uno de ellos. Que el presidente de una de las naciones estratégicamente mas importantes para nuestro país visite el congreso no es algo que ocurra a diario. Poco les importo a nuestros queridos representantes, porque casi nadie asistió a la sesión. Algunas malas lenguas dicen que para no aumentar el papelón algunos de los lugares vacíos fueron ocupados por empleados legislativos. Después de todo, nos terminado acostumbrando a un sistema de gobierno sin parlamento. La Republica ha muerto hace mucho tiempo.
Tengo que confesar que los monólogos de Tato Bores los recuerdo solo vagamente, pero no puedo dejar de pensar que hubiera dicho en esta situación. Me imagino que después de tener una charla con los legisladores hubiera salido a la plaza del congreso a respira un poco de aire fresco. Quizás se le ocurriese buscar en un museo una salida para despejar su mente. Seguramente hubiera decidido visitar la colección de monedas antiguas que se encuentra en el Banco Nación. Cual no hubiera sido su sorpresa cuando descubriera que ese tesoro histórico fue robado hace solo un par de días por un grupo comando. Los muchachos se lo llevaron todo: el patrimonio cultural de casi dos siglos, nuestra identidad acuñada en pequeños trozos de metal y, de paso cañazo, unos buenos billetes. Este tesoro (que puedo asegurar que vale mucho mas que los setecientos mil dólares en los que estaba valuado) se exhibía amablemente en la sede central del Banco Nación sin ningún sistema de alarmas.
Si nuestro hipotético Tato hubiera salido de allí hubiera observado el edificio de la SIDE a solo unos pasos.

Fuerza muchachos...

... que todavía queda copa.

martes, 19 de febrero de 2008

Derechos y humanos

En un acto que a muy pocos sorprende Alicia Kirchner se negó a brindar información sobre las actividades del ministerio que tiene a su cargo. Alego a su favor que aquellos que reciben los planes sociales podrían verse invadidos en su privacidad si esa información se diera a conocer. Humor ácido el de la ministra: a los beneficiaros de los planes poco les preocupa las investigaciones del Cippec.
La compra de voluntades en años electorales es casi tan vieja como nuestra joven democracia: desde el Coti enviando cajas PAN con formularios de afiliación a la UCR, pasando por las manzaneras de Duhalde, nuestra dirigencia vernácula siempre supo sacar provecho de quienes mas necesitan la ayuda del estado.
Mientras tanto, demostrando sus extraordinarias dotes de estadista, nuestra presidenta hizo gala de sus habilidades diplomáticas. Y nada menos que para defender la transparencia de un proceso electoral. Parece que el humor se ha esparcido por los palacios ministeriales.
De cualquier forma, no deberíamos preocuparnos por la diplomacia. Federico el Grande decía que "una diplomacia sin armas es como hacer música sin instrumentos". Son las consecuencias de dejar que las políticas de estado se guíen por viejos odios del pasado.
Somos tan derechos y humanos que no toleramos injusticias.
Sin embargo, las calles se llenan de chicos juntando cartones y monedas. Los colegios, el lugar donde deberían formarse las nuevas generaciones, se transforman en comedores. Es decir, ofrecen comida hoy a cambio del hambre de mañana.
Y la inflación (imaginaria) azota el bolsillo de los mas pobres.
Todos conocemos la mentira, pero callamos con siniestra hipocresía. En este país de corderos el tamaño del índice de precios parece representar la medida de nuestro coraje.

jueves, 14 de febrero de 2008

History repeating

Da compasión y vergüenza en la República Argentina comparar la colonia alemana o escocesa del sur de Buenos Aires y la villa que se forma en el interior; en la primera, las casitas son pintadas, el frente de la casa siempre aseado, adornado de flores y arbustillos graciosos; el amueblado sencillo, pero completo; la vajilla de cobre o estaño, reluciente siempre; la cama con cortinillas graciosas, y los habitantes en un movimiento y acción continuo. Ordeñando vacas, fabricando mantequilla y quesos, han logrado algunas familias hacer fortunas colosales y retirarse a la ciudad a gozar de las comodidades.

La villa nacional es el reverso indigno de esta medalla: niños sucios y cubiertos de harapos viven con una jauría de perros; hombres tendidos por el suelo en la más completa inacción; el desaseo y la pobreza por todas partes; una mesita y petacas por todo amueblado; ranchos miserables por habitación y un aspecto general de la barbarie y de incuria los hacen notables

Esta miseria que ya va desapareciendo, y que es un accidente de las campañas pastoras, motivó sin duda las palabras que el despecho y la humillación de las armas inglesas arrancaron a Walter Scott: Las vastas llanuras de Buenos Aires no están pobladas sino por cristianos salvajes conocidos bajo el nombre de guachos (por decir gauchos), cuyo principal amoblado consiste en cráneos de caballos, cuyo alimento es carne cruda y agua, y cuyo pasatiempo favorito es reventar caballos en carretas forzadas. Desgraciadamente prefirieron su independencia nacional a nuestros algodones y muselinas”.


“FACUNDO”, Domingo Faustino Sarmiento, 1851


lunes, 11 de febrero de 2008

Volver...


Asesinar un blog no es una tarea tan sencilla como en algún momento imagine. Antes que nada, exige cierta forma de suicidio (aunque mas no sea de alguna parte de uno mismo).
Así se ve como a veces la cobardía impulsa los actos mas nobles.

viernes, 8 de febrero de 2008

Sobre engaños, estrategias militares y el operativo clamor

Si la inteligencia es una prerrogativa esencialmente humana, entonces el engaño también ha de serlo. Y no es que otros animales no sean capaces de realizar asombrosos actos de astucia (cualquiera puede ver los prodigios que realizan los pequeños ejemplares hogareños) sino que ninguna otra criatura ha perfeccionado a tan magnifico nivel este precioso arte.
En el prologo del libro de caza del Conde de Yebes, Ortega y Gasset menciona que las distintas formas en las que se ha percibido la felicidad se corresponden con las actividades propias de los miembros mas encumbrados de la sociedad. Después de todo, fueron ellos quienes dispusieron del tiempo y los recursos con los cuales satisfacer la tan humana sed de goces terrenales. Entre las actividades de este reducido grupo, existen al menos cuatro sobre las que siempre existió cierto halo de privilegio: la guerra, la política, la cacería y las aventuras amorosas. Esto es: administrar hombres (guerra), gobernarlos (política) o domar fieras (cualquiera de las dos ultimas). Pero si se observa con atención, todas estas actividades requieren, básicamente, del engaño. Es por eso que la historia de la felicidad bien podría compararse con la historia del engaño.
Si en un futuro alguien redactara algo tal como una historia universal del engaño, creo que encontraría los ejemplos más antiguos en la guerra, aunque más no sea porque allí el engaño se realiza no solo por placer, sino también por necesidad.
Aunque no estoy tan seguro. Muchas veces la estrategia militar y la política se asemejan tanto que las diferencias entre ambas resultan imperceptibles. Un ejemplo del folklore local que bien se ajusta a esto es lo que en estos últimos tiempos se dio en llamar el “operativo clamor”. El ex-presidente ha movilizado sus huestes y sus contactos para conquistar el trono del partido peronista mientras que, para sorpresa de todos, sus enemigos jamás se presentaron al conflicto. La crónica de esta victoria anunciada se asemeja a la invasión de un ejército a una ciudad que lo recibe con festejos. Sin embargo, Néstor no comprende que las murallas que sitian una ciudad no solo sirven para detener el ingreso de los foráneos, sino a veces también para evitar la fuga de alguno de sus habitantes. El operativo clamor puede convertirse así en una táctica de pinzas. Una vez dentro del partido Kirchner no podrá evitar las elecciones internas. Los sindicatos van a presionar, también los caudillos del conurbano. Reutemann, Scioli, Duhalde, Lavagna y tantos otros no van a capitular.
Néstor no debería olvidar que también Jesús fue recibido con ramos en Jerusalén.